Tuesday, June 28, 2011

EL MENSAJERO

El mensajero

Los dioses estaban sentados ante el exuberante jardín del Mundo Celestial. Habían despertados alegres en una mañana radiante de luz. Multicolores mariposas revoleteaban posándose de flor en flor. Bulliciosas avecillas engalanaban el ambiente con sus gorjeos y trinos.
El rey Agenor dormitaba. Su esposa Telephose tejía un tapiz dibujando figuras de animales con hilos de plata y oro, de ese fabuloso reino de Ophair.
Cadmo tocaba el laúd y su hermana Europa tarareaba una vieja canción, que los fedeyines libanesas cantaban en la cosecha del trigo y que también entonaban durante la recolección de las uvas que entregaban generosas vides ubicadas en los valles.
Thassos y Cílix, surcaban el lago en una barca construida con buena madera de cedro, el color caoba contrastaba con el turquesa del agua. Ambos hermanos jugaban con los pececillos de colores que saltaban alrededor de la embarcación.
Expertas guerreras huríes custodiaban el palacio real. El jefe de la guardia se aprestó a recibir al príncipe Al Oal. Quien pide hablar con el rey Agenor. Dos centinelas le acompañan hasta la entrada del jardín donde la familia real se hallaba.
Al ver al joven, el rey pregunta:
-          -¿Que te trae ante mí, príncipe?-
-          Haciendo una reverencia, responde:
-          Majestad: deseo vuestra autorización para bajar al mundo de los humanos-
-          Acariciando su blanca barba el rey, vuelve a preguntar:
-          ¿Cuál es la misión que te lleva allá?-
-          Deseo ir, para  comprobar si cumplen las leyes sagradas que se han escrito para ellos los profetas... recuerda que mi padre era el consejero y he heredado seguir su trabajo
-          Debo ayudarles a cumplir con las profecías.
-                     ¡Es verdad!- Tu padre y los profetas amaron a los hombres de la tierra. Aunque ellos siempre violan la palabra sagrada y las leyes que ellos mismos crean. Durante los siglos de los siglos hubieron quienes dieron su vida para hacer el planeta de habitantes creyentes, amantes de la paz, el amor y la generosidad. Son humanos y están propensos a equivocarse. Han sufrido grandes pruebas y hasta hoy todavía no aprenden la lección.
-          ¡Recuerda!- allá serás un hombre normal. No tendrás la santidad de nuestro Mundo Celestial- agregó
-          El joven príncipe Al Oal, besa la mano del rey. Luego abandona el palacio.

Nueva York, había amanecido frío y con una fina nevada cubriendo el paisaje. James Cassal III, despertó al repiquetear del teléfono. Levanta el auricular y escucha a su jefe exclamar furioso:
-                     ¿Que pasa con el artículo para el suplemento de hoy?- ¿Lo escribiste ya?-Y siguió hablando... En silencio escuchó el joven todo el reguero de palabrotas y otras. Luego colgó el auricular sin contestar.
-                     Se vistió rápidamente. Caminó hasta la cocina, sacó de la heladera una caja de leche y bebió un vaso. Mientras caminaba se rasuró la barba con una máquina eléctrica portátil. Salió al pasillo. Caminó rápido, alcanzó las escalas y bajó por ella . A la salida del edificio de departamentos, saludó con un apretón de manos a los conserjes.
-                     Colocando en cada mano de ellos, un caramelo de eucaliptos.
-                     Subió a su auto deportivo, último modelo japonés de color rojo. Luego enfiló mezclándose entre el intenso tráfico en dirección al centro de la ciudad. Deteniéndose ante el edificio de la editorial.
Ingresó dando grandes zancadas a las oficinas de la revista “Magazine de la Tarde”. Saludó a sus compañeros. Besó en la mejilla a su secretaria. Ella le devolvió  una sonrisa de oreja a oreja. Miro la hora en el reloj de pared, donde las manecillas marcaban las 10:00 AM.
            Sentado frente al computador. Abrió los fólder, buscó el artículo que había escrito el día anterior, al que solo faltaba corregir su sintaxis: “El Líbano, la Suiza del Medio Oriente”. Leyó y modificó. Luego imprimió el trabajo. Tomó las hojas tamaño carta en papel de 75 gramos. Las que llevó a la oficina de su jefe.           
John Silver, era un viejo periodista. Llevaba un parche negro sobre su ojo izquierdo. Producto de una bala que le alcanzó durante la guerra de Vietnam. Cuando estaba de buen humor  solía cantar: “Yanqui Dooley”
            Mientras su jefe leía el reportaje. James Cassal III, miraba a través de los ventanales el paisaje de la bahía de Manhattan. A las gaviotas persiguiendo a las barcazas que surcaban. Mientras un avión se recortaba sobre dos altos edificios llamadas poposamente “Torres Gemelas”,  la aeronave era tragada mas tarde por la niebla.
John Silver, leía y refunfuñaba. Sabía que el joven periodista era muy bueno. Mantenía una línea imparcial, observador y detallista. Sus reportajes habían logrado a que millares de lectores le siguieran, sobre todo  jóvenes ejecutivos, politicos, intelectuales y una gran mayoria de estudiantes universitarios.
            -James Cassal III-¡Por favor siéntate y hablemos!-
El joven se ubicó frente del escritorio de su jefe y esperó.
-          El viejo John, carraspeó ruidosamente y dijo:
-          -¡Vas a ir a reportear el conflicto de Medio Oriente!-
-          ¿Reporteare desde Irak?- preguntó
-                     No, no, eso ya no es noticia- No vende-ni interesa el tema. Volquemos la hoja y escúchame: Interesa el “Conflicto Palestino-Israelita”. Luego irás a Beirut, reclaman la invasión constante de la fuerza aérea israelita, sobre los cielos de la capital libanesa. Además la ocupación de Siria manteniendo una fuerza de más de 30 mil soldados en ese país, su impacto, consecuencias, etc. En esta nación llena de emigrantes, existe una cantidad no despreciable de árabes-americanos- Importantes senadores, militares, industriales... etc. y etc. Pero también esta el poderío de la comunidad Judía. Entonces debes escribir y realizar un reportaje justo y que en cierto modo haga conciencia para lograr a que los  países en esa región  obtengan una paz justa y duradera... Entiendes -¿nó?
-                     -Jefe- ¡Se puede ser objetivo!- Siempre y cuando no se poden las ideas, como se podan los árboles dejándolos desnudos ante el paisaje de la conciencia-
-                     ¡Mira!- no sigas con esas ideas radicales- Mete esos pensamientos en un baúl y ponle llave- ¿de acuerdo?-
-                     ¡Okey!- No te enfades-te enfermaras del hígado- ¡Voy a ser neutral!- Así podrás vender un magazine con una pinturita de objetividad-¡Cual CNN!-…ja…ja.
-          - No seas sarcástico-
-          ¡Oye!- no lo soy- Somos demócratas-¡ No!- Nunca me han gustado las guerras-
-          Estas siempre han estallado por conflicto de intereses económicos. Y han favorecido a  imperios y  empresas multinacionales. Desde la antigüedad hasta el siglo XX...y vamos rodado por el XXI, con un sheriff muy celoso guardián de los principios de los siglos.
            Lo que hoy destruyo mañana lo reconstruyo y gano más dinero. Logro controlar, domino en nombre de la libertad y la democracia…
-                     ¡Soy pacifista!-¡Bien lo sabes!- Lucho por los derechos humanos- Pero no me gusta dar pan molido a mis lectores.
-                     Bien-parece que nos entendemos mejor esta vez- Llevaras a Anna, ella es una excelente fotógrafa y camarógrafa. Carguen todos los implementos y que nada les falte-
-          Ambos se dan un fuerte apretón de manos-
-          Esta noche viajaran a Egipto, específicamente al El Cairo y desde allí tomaran un avión a Jerusalén- agrega John Silver.

Al-Aol había cruzado el abismo que separaba el jardín de los dioses y el mundo celestial. Cruzó el Velo del Olvido y bajó transformado en un hombre a la Tierra.
            Ubicados ya  en el avión, James Cassal III dormitó, estaba cansado. Sintió la mano de Anna, apretar la suya cuando la aeronave levantó vuelo. El joven abrió los ojos y diviso por la ventanilla un cielo estrellado... el paisaje le parece familiar. Volvió a cerrar los ojos hasta lograr dormirse.

Llegaron al Cairo por la mañana. En el aeropuerto tomaron un taxi, este les llevó a un hotel céntrico. Allí desayunaron. Luego se cambiaron de ropa y salieron a caminar por las calles de la capital de Egipto. Entrada la noche retornaron al hotel. Se despidieron en el pasillo con un beso en la mejilla. Cada uno en su cuarto se dio a la tarea de descansar, les esperaban unos días agitados y tensos.
La ciudad sagrada, en que tres grandes religiones monoteístas conviven, es Jerusalén. Calles estrechas, cubiertas de piedras aun. Lugares en que el tiempo se detuvo. Así ambos jóvenes periodistas absorbieron el olor y el aire del Medio Oriente. Para James Cassal III, el paisaje le parecía conocido y creía reconocer en cada callejuela un detalle que no sabia explicar. Para Anna era como estar leyendo los libros sagrados cristianos. 
Descansaron toda la mañana. Por la tarde estuvieron sentados en una mesa de un restaurante sobre la peatonal. Allí aprovecharon de revisar el iterinario. Tomaron café negro, mientras observaban como la gente vivía en Jerusalén. Árabes y judíos mezclados entre el trajín del comercio. Turistas que caminaban en grupos. Seguidos muy de cerca por soldados en constante vigilancia por parte del servicio de inteligencia del ejército israelita.
La ciudad se veía tranquila, pero en su interior bullía un polvorín. De pronto una explosión sacudió el lugar. Un ómnibus explota muy cerca de donde ellos estaban. Gritos, sirenas, humo, hierros retorcidos, sangre, otras vidas segadas inocentes del drama político imperante en la región.
El impacto había lanzado al suelo a James Cassal III y a Anna. Tenían algunas heridas leves a causa de los restos metálicos esparcidos por el vehículo. Tomaron fotos y Anna filmó esas trágicas escenas.
Abandonaron el lugar. Caminaron por el mercado en la zona correspondiente a los
árabes. El comerciante de una tienda, cuenta:
-¡Los invasores son los acosados y los árabes los terroristas!- Es justo el reclamo de  nuestra tierra- ¡Queremos una patria! -Podemos vivir en Paz- Pero debemos ser medidos
con la misma vara: Palestinos e Israelitas- Digan eso, escriban para que el mundo sepa la verdad. Siguió gritando mientras los jóvenes periodistas se perdían entre el gentío.
El recorrido los llevo hasta el Muro de los Lamentos. Allí jóvenes, adultos y viejos israelitas oraban y ponían su mano en las milenarias piedras.
-                     ¡Los árabes-palestinos son los terroristas!- Esta es nuestra tierra desde los tiempos de Moisés, Abraham. El rey Salomón construyó el templo a Jehová trayendo expertos artesanos Tirios los que con madera fina de cedro del Líbano cubrieron la casa de oración- Eso escriban y muestran la realidad... ¡la verdad siempre triunfa!-
Al día siguiente sacaron salvoconducto para viajar a Gaza. Allí recorrieron viejas aldeas. Vieron a pastores con sus ovejas pasar por los caminos. En la ciudad fueron testigos de manifestaciones, gritos y consignas. Retratos levantados en manos de mujeres, hombres y jóvenes. Niños marchaban junto a jóvenes palestinos con el rostro cubierto portando modernas ametralladoras. Otros cargaban en la espalda lanzamisiles.
Por la noche estaban en una aldea donde los buldózer del ejército israelita arrasaban: casas, árboles, todo cuanto encontraban a su paso, dejando llana la tierra. Los viejos lloraban y las mujeres maldecían. Desde las colinas camuflados árabes, dispararon a los soldados israelitas. Luego un misil alcanza un jeep, el vehículo explota. Llegaron tanques y nuevos enfrentamientos. Por el aire surcaron helicópteros apache, lanzando sus destructoras bombas en diferentes objetivos civiles, sin importar si fuesen estos escuelas u hopitales.
Ambos periodistas tomaron fotos escondidos entre las murallas de un antiguo monasterio cristiano destruido. Cuando son alcanzados por un misil lanzados desde el aire. James Cassal III sintió cómo su cuerpo se elevaba por los aire y vió todo en rededor  pintarse de color rojo. Anna vio venir una bola enorme de luz brillante impactarle, luego vino el silencio.
Los Dioses caminaban por el jardín, cuyas flores nunca se marchitaban, estas despedían exquisita fragancia. El rey Agenor llevaba de la mano a Telephase. Cadmo y Europa les seguían detrás tocando el laud. Tassos y Cílix entonaban frescas canciones. Ven  al príncipe Al Oal acompañado de una joven acercándose a ellos. Ambos vestían una blanca túnica y en su frente un zarcillo de oro recogía sus cabellos.
-Te saludo gran rey Agenor, saludos reina Telephase y a vosotros jóvenes hijos-
-¿Que noticias traes de la Tierra?-pregunta el soberano
-Los humanos siguen sin entenderse- La tecnología los ha deshumanizados. Guerras y muerte en todo lugar. No han asimilado las pruebas duras del pasado. ¡Mi corazón esta dolido y sufre por ellos!- Los ricos son mas ricos y los pobres mas pobres.
¡Oh-sabio príncipe!- Ellos tienen el libre albedrío- Son humanos, deben reír, cantar, llorar y sufrir. Cada acción, pensamiento, obra y hecho queda escrito en el Libro de la Vida. Más no podrán desafiar el designio de los dioses mañana. Deberán rendir cuenta allá en la entrada del mundo Telestial. Donde esperan los espíritus su destino final-Pero-¡Ay!, los que se creen hoy poderosos, son menos que un grano de arena. Las riquezas mundanas serán sal y agua. Los que sufren las injusticias y padecen los infortunios de ser acosados, abusados, corrompidos, desterrados, desplazados, humillados, heridos y muertos, son los bendecidos y moraran en el justo lugar. Aquellos que pregonan la palabra divina hoy, son los hijos del hijo de Dios. Santificados porque beberán el agua de la vida eterna.
-¡Querido príncipe!, has palpado la realidad, el abismo que separa la verdad de la maldad. La generosidad de la hipocresía. La ambición del poder y la simplicidad del verdadero líder justo. Has visto como se han enredado en su misma palabra, sus leyes. Se han convertido en falsos ídolos de barro negro. Porque la arcilla roja y viva es el pueblo. El barro negro son las sombras de la muerte. El oro y joyas que hoy brilla en sus tesoros, se convertirán en arena. Mas la peste cubrirá la tierra y sólo se salvaran los limpios de corazón y alma. Cuando el sol se ponga en el horizonte, no amanecerá y la noche cubrirá y el frío permanecerá eterno. Entonces una nueva generación reinará en la tierra. Y jóvenes monarcas, sacerdotes y sabios extenderán la palabra nueva a los cuatro puntos cardinales y mas allá de la Tierra misma. Esa nueva raza de humanos será la que conquistara el jardín de la Vía Láctea. Su cuerpo no envejecerá, serán eternos pero no Dioses. Entonces tú, querido príncipe Al Oal iras a enseñarles las nuevas leyes.
-¡Ahora ve!- toma tu nave y junto con tus guerreros surca en dirección al mar del espacio.  Hay otros sistemas que esperan por ti.
El joven príncipe, levanto su rostro El rey Agenor acercándose le besa en ambas mejillas y le hace entrega de una espada de oro brillante. Mirando a la joven pregunta:
-          ¿ Y tú - como te llamas?-
-          La joven que había cruzado el “Velo del  Olvido”, no recordaba nada del pasado.
-          Solo atinó a responder:
-          No recuerdo mi nombre, señor-
-          Entonces... te llamaras desde hoy: ¡América!-
Europa se acerca a la joven América, la toma de la mano y caminan hasta el borde del abismo que separa el Mundo Celestial de la Tierra. Allí  en silencio observan el paisaje infinito.
-          La noche había caído en la Tierra, y el astro era rodeado de titilantes lucecitas de colores-
Por la mañana los periódicos del mundo publicaron en primera plana y en diversos medios de comunicación: “Mueren nuevamente dos reporteros en Oriente Medio”-. El comunicado del ejercito israelita decía: “Lamentamos la muerte de los dos jóvenes periodistas”...- El portavoz árabe-palestino, acusó: “Una vez mas el ejército de Israel ataca objetivos civiles y da muerte a periodistas extranjeros, pedimos a la comunidad internacional…el repudio y la condena ante la ONU”-
            John Silver se levantó del sillón. Apagó el televisor. Asomado en la ventana mira la ciudad que comenzaba a dibujar oscuros edificios, otros muy iluminados. Brillaron los letreros luminosos confundiéndose con el destello de las estrellas entre brumas y oscuras nubes. Allí estaban desafiantes “Las Torres Gemelas”, simbolo de la ingenieria moderna y del capitalismo, del cual Peter Draker excomulga.
-          ¡Maldita política!-exclama y agrega:
-          -Mañana es el primer día del resto de nuestras vidas-
Se escuchó el concierto “El Mesías” de Hendel, recorrer los ámbitos de la oficina. John Silver buscó con la mirada en el cielo, algo...ese algo...para llenar el vacío de su alma. Luego se rió de su ingenuidad, carcajeó hasta que le saltaron lágrimas de sus ojos. Estalló una tormenta y el cielo se lleno de relámpagos y truenos. Todo se sacudió, hasta los vidrios rechinaron y el piso se movió como un sismo. Las luces se apagaron y por
primera vez, el ayer valiente guerrero...tembló y supo lo que era el miedo.


Amir Ibn Tawfik Seeman
Ó copyright
lebaneseunionoverseas@gmail.com
Junio de 2003

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